Resumen de Atrévete a no gustar
La discusión entre un joven y un filósofo en la novela de Fumitake Koga e Ichiro Kishimi, Atrévete a no gustar, trata sobre la psicología de Adler y la filosofía popular. Los puntos de vista de Freud, que siguen siendo ampliamente aceptados hoy en día, son con frecuencia la base de la filosofía que encontramos en todas partes.
Sin embargo, las teorías de Adler son menos populares porque a menudo entran en conflicto con las creencias aceptadas. Con la ayuda de la sinopsis de este libro, podrá aprender a lidiar con los traumas y a liberarse de las expectativas de la sociedad. También adquirirás algunos conocimientos sobre el funcionamiento de las emociones y el control que ejercen sobre nosotros cuando nos falta valentía.
Tu futuro no se ve influenciado por tu pasado
Trauma es la palabra clave de la psicología freudiana. Según este argumento, una gran parte de la imagen que tenemos de nosotros mismos se arraiga en nuestra psique a una edad temprana. Por lo tanto, las malas experiencias en esa época causarán muchos problemas después. Freud suponía que la mayor parte de nuestra vida adulta la pasamos intentando combatir, desenredar y deshacernos de nuestras creencias restrictivas del pasado.
Adler sostiene que esto no es cierto. Reconoció que desarrollamos una forma de vida desde el principio, como ser optimista o pesimista, pero no creía que fuera un aspecto permanente de lo que somos. Adler defendía la noción de que podemos alterar nuestras identidades en cualquier momento.
¿Y qué pasa si puedes señalar dos o tres incidentes de tu vida temprana como la raíz de todos tus defectos? Solo en el aquí y en el ahora puedes hacer cambios en ellos. Para cambiar hábitos arraigados, debes tener fe en que algo nuevo es posible. Y siempre tienes la opción de adoptar una nueva perspectiva.
Odiarse a sí mismo suele ser un mecanismo de adaptación para excluir a los demás, más que una necesidad genuina
Uno de los antiguos alumnos del autor reconoció una vez que se odiaba a sí mismo porque era muy consciente de sus insuficiencias. Tales defectos fueron divididos por Adler en inferioridades subjetivas y objetivas. Las objetivas son aquellas que podemos cuantificar y comprobar, como ser más bajo que otra persona o ganar menos dinero. Nosotros, en cambio, creamos inferioridades subjetivas.
Kishimi también vio a lo largo de su conversación que los problemas que el estudiante percibía no eran reales. En esencia, creaba razones para despreciarse a sí mismo con el fin de evitar relacionarse con la gente y arriesgarse a sufrir daños. Su soledad, y no ningún defecto real, era la raíz de su miseria.
Según Adler, los únicos defectos que debemos superar activamente son los objetivos y solo si nos impiden alcanzar nuestros objetivos. Asegúrate de buscar los objetivos antes de decidir que no eres apto, ya que los subjetivos ni siquiera existen.
Una mentalidad competitiva destruye tu salud mental
Creía que las sociedades altamente competitivas eran malas para nuestra salud mental y nuestro bienestar. Hoy en día, los debates sobre las culturas occidentales y orientales se centran con frecuencia en esta cuestión. Aunque también hay rivalidad en naciones como Japón y China, estas ponen más énfasis en la cooperación que países como Estados Unidos y Alemania en los tipos de ganadores individuales.
La cuestión es que, si crees que la felicidad depende de ganar algún juego, como ganar dinero, ganar likes o tener amigos, serás infeliz pase lo que pase. Los perdedores lamentan su derrota, mientras que los ganadores se preocupan por su éxito.
Adler quería que la psicología ayudara a la gente a tener valentía, que es un objetivo mucho más beneficioso. Nunca sentirás que alguien te retiene una vez que dejes de lado una perspectiva limitada y competitiva y abraces la abundancia. Al fin y al cabo, todo el mundo tiene mucho, y si te esfuerzas por mejorar, puedes conseguir cualquier cosa.
Conclusiones de Atrévete a no gustar
El libro analiza cómo las relaciones horizontales se centran en el apoyo a través del estímulo más que en el elogio o la reprimenda. Esto es válido incluso para las relaciones que parecen ser jerárquicas, como las que se dan entre padres e hijos, empresarios y empleados, profesores y alumnos, etc. Se produce una relación mejor, más duradera y más sostenible cuando no se eleva a una persona por encima de otra, apoyándola y animándola.
Estoy empezando a poner esto en práctica, modificando mi forma de ver y enfocar las relaciones. Quiero conseguirlo animando en lugar de alabar o corregir.
Si este resumen de Atrévete a no gustar le ha parecido interesante, estamos seguros de que le encantarán otros resúmenes, como “El ego es el enemigo“, “Las 48 leyes del poder” o Los mejores libros sobre seducción.