Resumen de Neurociencia para Vencer la Depresión
El doctor Alex Korb, neurocientífico, explica en Neurociencia para Vencer la Depresión, por qué es importante desarrollar hábitos más saludables y practicar yoga, así como socializar y ser agradecido. Explica con detalle cómo interactúan el cerebro y el cuerpo, y cómo la adopción de medidas para aliviar el estrés, mejorar el estado de ánimo y combatir la depresión hace que el cuerpo libere neurotransmisores como endorfinas, dopamina y oxitocina.
Aunque nunca ofrecemos consejos médicos, creemos que el libro de Korb será especialmente útil para los lectores que no estén familiarizados con el tema.
Casi todo el mundo experimenta estrés, preocupación y ansiedad, y estas condiciones pueden conducir a la depresión
Algunas personas son más vulnerables y sensibles al estrés y a otros estímulos debido a su neurobiología particular. Si las personas no toman medidas para detener y revertir el malestar moderado momentáneo, éste podría convertirse en una depresión más persistente, incluso grave. Investigaciones recientes apoyan el concepto de “neuroplasticidad”, que permite remodelar el cerebro.
Pequeños cambios, como tomar el sol, hacer ejercicio, respirar profundamente, dormir lo suficiente y relacionarse con los amigos, hacen que el cerebro libere neuroquímicos que pueden reducir el estrés, la preocupación y la ansiedad, mejorar el estado de ánimo y la energía y prevenir o tratar la depresión.
El cerebro tiene miles de millones de neuronas que se organizan en circuitos y se comunican entre sí a través de neurotransmisores. La serotonina, que influye en el estado de ánimo, la dopamina, que nos hace sentir bien, la norepinefrina, que nos ayuda a concentrarnos, la oxitocina, que calma la ansiedad y la tensión, y las endorfinas, que controlan el dolor y proporcionan éxtasis, son algunas de las sustancias químicas que transportan mensajes de neurona a neurona.
Hay dos secciones principales en el cerebro. El córtex prefrontal, la región más desarrollada y previsora del cerebro, ayuda a planificar, fijar objetivos y tomar decisiones. El sistema límbico, una parte del cerebro más antigua y menos evolucionada, controla los instintos, los sentimientos y las emociones.
El sistema límbico es consultado cuando el cerebro pensante desarrolla una estrategia para determinar cómo se siente al respecto. Este procedimiento se repite hasta que tus pensamientos y sentimientos están sincronizados y te sientes bien. Cuando algo interfiere en la capacidad de comunicación de las dos partes del cerebro, pueden aparecer signos de preocupación, ansiedad y tensión que pueden derivar en depresión.
Los signos de la depresión son algo que se puede manejar y controlar con la práctica.
La ansiedad y la preocupación son similares, aunque tienen orígenes distintos. Cuando te preocupas, utilizas el córtex prefrontal para pensar. El sistema límbico es la fuente de la ansiedad. Cuando te preocupas por algo, se te pasan por la cabeza varias situaciones. Tomamos una decisión cuando se juntan las dos cosas y el córtex prefrontal comprueba nuestras emociones.
Debes reconocer tu ansiedad, evaluarla y evitar hacer suposiciones negativas. Inhala profundamente y concéntrate en el presente más que en el futuro. Estos actos reducen la actividad de la amígdala del sistema límbico y disminuyen la ansiedad.
Tu cerebro está atento a los temas que evocan emociones fuertes. El mayor efecto lo provocan las emociones negativas, sobre todo en las personas tristes. Incluso cuando no están presentes, puedes sentir odio, rechazo y rabia cuando estás deprimido. Puede empezar a ver los recuerdos del pasado de forma negativa y a experimentar el dolor con mayor intensidad. Estos factores, que se refuerzan mutuamente, pueden dar lugar a un “ciclo descendente” que hace más difícil recuperarse de la depresión. Es crucial detener e invertir la espiral lo antes posible.
Reduzca la preocupación activando su cerebro pensante para hacer planes que aborden las preocupaciones que subyacen a su ansiedad.
La planificación desvía la actividad del sistema límbico emocional. Una buena planificación, la toma de decisiones y el establecimiento de objetivos son superiores a la procrastinación, porque hacer planes y tomar decisiones centra su atención en las cosas importantes y le protege de las distracciones. Pocas cosas contribuyen más a la felicidad que fijarse objetivos y alcanzarlos. La dopamina se dispara al emprender acciones deliberadas para conseguir los objetivos y al alcanzar cada hito hacia un objetivo mayor a largo plazo.
Fíjese objetivos concretos. En lugar de decirte a ti mismo “pasar más tiempo con mis hijos”, prueba a decirte “jugar a juegos de mesa con mis hijos todos los domingos”. Para obtener la recompensa, tu cerebro necesita saber que has conseguido un objetivo. Haz que tus objetivos sean desafiantes pero alcanzables. Alinea tus objetivos a largo plazo con tus valores. Tomar decisiones te saca de tu estado normal de piloto automático y te da el control, lo que reduce el estrés que causa la depresión. Cuantas más decisiones tomes, más decidido serás: otro círculo virtuoso.
Conclusiones de Neurociencia para Vencer la Depresión
Basándose en el enorme éxito de su innovador libro, La espiral ascendente, el neurocientífico Alex Korb ofrece habilidades prácticas, paso a paso, para ayudarle a remodelar su cerebro y crear una espiral ascendente hacia una vida más feliz y saludable. Basado en las últimas investigaciones, este libro de trabajo basado en la evidencia toma la teoría de la neurociencia y la destila en ejercicios y habilidades concretas y prácticas.
El libro me ha parecido increíble. Ya sea si está pasando por un mal momento en tu vida o no, este libro te dará muchas de las herramientas necesarias para vivir una vida, como mínimo, más estructurada y en paz.