Resumen de Cómo funciona la mente de Steven Pinker
Cómo funciona la mente es un libro de no ficción escrito en 1997 por Steven Pinker, autor de otros libros como “El instinto del lenguaje“, “La tabla rasa” o “Racionalidad“, que presenta sus ideas sobre cómo se desarrolló la mente humana y cómo produce las hazañas que damos por sentadas cada día, como hablar, caminar y hacer amigos. Pero esto es más que un tomo académico.
Durante Cómo funciona la mente, Pinker es divertido y amplio en sus intereses y abarca desde preguntas tontas como “¿Por qué se enamoran los tontos?”, hasta el sentido de la vida, y considera lo que las ilusiones ópticas revelan sobre nuestra psique, así como por qué perdemos los estribos. Es un escritor divertido y encantador que mantiene al lector entretenido mientras transmite algunas ideas serias y profundas sobre cómo y por qué la mente es como es.
La relación entre la evolución y la mente
Pinker es un defensor de la psicología evolutiva, una idea controvertida que propone que la mente humana ha evolucionado como un dispositivo para asegurar nuestra supervivencia y nuestro futuro reproductivo. La mayoría de los rasgos mentales, sobre todo los que se comparten en todas las culturas, pueden explicarse según criterios estrictamente darwinistas. En cierto sentido, se trata de un enfoque bastante mecanicista de la psicología que trata la mente como un potente sistema de computación.
El autor se esfuerza por exponer algunos de los fundamentos de este punto de vista, explorando, por ejemplo, la percepción visual, el modo en que el cerebro forma imágenes tridimensionales a partir de imágenes bidimensionales en la retina, y el modo en que luego reconocemos lo que esa imagen representa en el mundo real.
Esto lleva a un debate sobre el comportamiento de las redes neuronales y el modo en que el pensamiento humano surge de grandes redes de neuronas interconectadas.
Nuestro cerebro y la relación con nuestras emociones
A partir de ahí, Pinker pasa a explorar muchos otros aspectos de la forma en que pensamos, y de nuestros caracteres y emociones. Se centra en la idea de que la mayor parte de lo que experimentamos como inteligencia, personalidad y pensamiento es heredado y puede explicarse como producto de la evolución.
A lo largo del libro, describe muchos experimentos interesantes, como uno en el que se muestran objetos a los bebés y se registran sus reacciones. Dado que los bebés no han tenido la oportunidad de verse afectados por la cultura, muestran las reacciones que se han grabado en el cerebro humano.
Este tipo de teoría suele ser objeto de numerosas oposiciones. Por ejemplo, un problema tradicional de las teorías evolutivas de cualquier tipo es la dificultad de diseñar experimentos con los que se puedan demostrar. También hay intensos debates filosóficos sobre la conciencia.
Cuando experimentamos el color rojo, es porque ciertas longitudes de onda han estimulado una red particular de neuronas. Pero esto no explica cómo o por qué tenemos conscientemente la experiencia de ver algo como rojo.
Algunos autores, como Daniel Dennett, lo achacan a una confusión lingüística, argumentando que no es necesario incluir el “yo” que está experimentando. Pinker tiene un punto de vista alternativo, y es que no es posible descartar el problema de la conciencia tan fácilmente. Sostiene que los humanos no son lo suficientemente inteligentes como para comprender realmente todos los fenómenos.
Un alienígena hiperinteligente que pudiera percibir en más de tres dimensiones podría ser capaz de describir el proceso, pero nosotros no entenderíamos las respuestas.
Naturalmente, la mayoría de los lectores encuentran esto un poco frustrante. Pero hay otras objeciones más políticas y religiosas a toda la idea de la biología evolutiva.
¿Debemos deshumanizarnos para entenderlo todo?
Algunos consideran que el concepto en su conjunto es deshumanizado, sugiriendo que elimina el “alma” y socava la idea del libre albedrío. Y Pinker también ha sido atacado por quienes temen que este campo apoye el pensamiento de la derecha sobre la cultura y la sexualidad (como la creencia de que algunos tipos de comportamiento humano son simplemente antinaturales), y por las feministas que se sienten incómodas con la idea de que el comportamiento femenino pueda estar “cableado” en el cerebro.
Cómo funciona la mente rechaza esta última objeción, argumentando que es absurdo proponer que porque cree que “el deseo masculino de tener múltiples parejas sexuales tiene una explicación evolutiva (en lugar de una explicación cultural), está excusando o disculpando a los hombres que se acuestan con cualquiera”.
Pinker está dispuesto a disipar la idea de que su teoría es deshumanizadora y puede ser bastante poético en el tema de lo que realmente nos hace humanos, argumentando que es crucial también ver a las personas en términos de la amplitud del círculo de personas a las que tratan como dignas de un trato igualitario. Sostiene que ver el cerebro en términos mecanicistas no socava la importancia de la humanidad.
Conclusiones de Cómo funciona la mente
En última instancia, la cuestión es: “¿Cómo de grande es el círculo?”. ¿Incluye a los chicos del pueblo de al lado, a los de la cordillera, a los niños, a los fetos, a los pacientes en estado vegetativo, a los animales, etc.? Creo que muchos debates morales no giran en torno a cuál es la base de la justicia, sino a quién le toca jugar en el juego”.
Su objetivo no es desestimar la importancia de la justicia y la igualdad, sino comprender lo que subyace en la forma más amplia en que pensamos sobre todo lo que nos rodea. Aceptar o no su argumento puede depender de la opinión que se tenga sobre el uso de la evolución para explicar los procesos mentales, pero nunca deja de ser interesante y este libro es un tour de force.
Si este resumen de Cómo funciona la mente de Steven Pinker le ha gustado, otros libros similares, como “SaludableMente“, “Cómo cambiar tu mente” o Los mejores libros sobre desarrollo personal, le encantarán.