Resumen de Built to Last

Resumen de Built to Last

El libro de Jim Collins y Jerry Porras “Built to Last” se centra en las eternas lecciones de éxito que pueden extraerse de empresas con visión de futuro como Marriott, Procter & Gamble y Walt Disney, cuyo éxito ha resistido la prueba del tiempo. Las organizaciones, a diferencia de las personas, pueden perdurar en el tiempo y a través de sucesivas generaciones; pueden hacerse duraderas.

Aunque las empresas estadounidenses constituían la mayoría de las empresas investigadas, los autores han confirmado posteriormente que los conceptos se aplican a organizaciones de muchas nacionalidades, orígenes culturales y formas organizativas, como corporaciones, ONG, etc. La investigación disipó numerosos mitos sobre las empresas rentables, y cualquiera puede aprovechar las lecciones aprendidas, ya sean directores generales, gerentes o propietarios de empresas. He aquí un resumen de algunos de los principales puntos de la novela Built to Last.

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Conceptos excelentes y fracasos tempranos

“Collins y Porras desmienten el mito de la gran idea. Los autores señalan que Hewlett-Packard no tenía un producto específico en mente cuando invirtió 500 dólares para fundar HP, ni tenía una gran estrategia para crearlo. Los autores subrayan que solo tres de las 18 empresas visionarias que identificaron -Ford, General Electric y Johnson & Johnson- empezaron con un concepto bien pensado y comercializable.

Los autores explican cómo las empresas de renombre pueden empezar fracasando. Como ejemplo, 3M fue primero una “mina de corindón fallida”. Destacan Disney y Boeing como notables fracasos pioneros. Collins y Porras afirman que la ausencia de un gran concepto o de un éxito temprano lleva a los empresarios a concentrarse en desarrollar una gran empresa en lugar de solo comercializar un bien o servicio concreto, lo que demuestra su paradójica perspicacia.

Su empresa no puede ser visionaria sin una sólida filosofía central.

Un propósito mayor y un conjunto de principios rectores conforman una ideología central. Walmart, por ejemplo, basa sus prácticas empresariales en proporcionar a los clientes productos al por menor al mejor coste posible.

Apple quiere que “pienses diferente”. Están aquí para trastornar, alterar y mejorar. El sector es irrelevante. Primero se dedicaron a los ordenadores, luego a la música y finalmente a los teléfonos. Dan mucha importancia al diseño elegante y fácil de usar. Observen cómo éstos no obstaculizan el desarrollo. Apple siempre estaba experimentando. Si no, nunca habrían pasado de los ordenadores a los reproductores de música.

Sin embargo, hacer que todas sus cosas parezcan bonitas y hacer algo distintivo son principios universales que siempre se pueden utilizar. Sus principios esenciales deben perdurar en todos los productos, personal y épocas. Lo que importa es que existe, no lo que contiene.

Nunca podrá construir una visión lo suficientemente fuerte como para atraer a otros cerebros brillantes que le ayuden a construirla si no tiene un propósito y unos ideales que mantener en alto. Necesitas un propósito y un conjunto de valores mucho más que solo una idea.

El final del principio

Porras y Collins analizan cómo las empresas visionarias incorporan sus conceptos básicos a las operaciones cotidianas de la corporación utilizando la noción del “fin del principio”. La estrategia, las acciones, los procedimientos operativos y los objetivos de la organización están influidos por su ideología central.

Con sus estrategias de gestión de dar a los empleados objetivos claramente definidos y darles tanta libertad como deseen para trabajar en pos de esos objetivos con la intención de reconocer los esfuerzos individuales en toda la organización, Porras y Collins utilizaron Hewlett-Packard como ejemplo de una organización de “ideología central puesta en práctica”.

Prestar atención a los detalles, combinar piezas para realizar tareas (como el talento de los empleados), preguntarse si una práctica es adecuada para la ideología y los objetivos de la empresa en lugar de “¿es buena esta práctica?” y abordar los desajustes organizativos son algunas de las prácticas empresariales que explican Porras y Collins.

Conclusiones de Built to Last

No tenía ni idea de que Built to Last fuera una película tan conocida y perdurable. Los innumerables ejemplos de este libro, demuestran la enorme cantidad de trabajo que se ha invertido en él.

No creía que fuera necesario tener un concepto fantástico, pero sí que había que tenerlo. La lección 1 me cambió las reglas del juego. Para mí, poner en marcha un negocio solo con dos amigos íntimos e idear algo nuevo ha cambiado definitivamente mi perspectiva del espíritu empresarial. Aunque ya sabía que implicaba tirarse al agua helada, esto hace que suene agradable.

Además, nunca había visto la idea de una ideología central formulada con tanta claridad. El resumen lo hace realmente fácil de entender, me siento como si pudiera inventar la mía ahora mismo. Por cierto, los libros de Jim Good To Great y Girando la Rueda, son igual de interesantes.

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