Resumen de Al sur de la frontera, al oeste del Sol

Resumen de Al Sur de la frontera, al oeste del Sol

Al Sur de la frontera, al oeste del Sol es un eco inusual de Norwegian Wood de Haruki Murakami, escrito cinco años antes. En ambos el narrador tiene 37 años. En ambas novelas, la música sirve como extenso telón de fondo, sobre todo, entre las muchas melodías, «Norwegian Wood» de los Beatles en la novela homónima, y «South of the Border» y «Star-Crossed Lovers» de Nat King Cole en la otra. Las mujeres desaparecen de la vida de todos los narradores, y muchas cosas quedan sin decir ni explicar. Y en cada uno de ellos hay factores autobiográficos importantes: por ejemplo, el narrador de esta novela, Haruki Murakami, también regentaba un bar de jazz.

La novela no es una novela picante sobre las extrañas fantasías de alcoba de un hombre. Tampoco es este libro un relato de viajes con el alma en vilo, que te lleva a través de los continentes, a ese pintoresco lugar al que uno acude para curar su ego herido.

No, el título tiene sinceramente algo más de profundidad que eso. Más bien, el título es una alegoría que alude a los caprichos de la vida, como un péndulo, oscilando entre la agonía y el éxtasis.

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La búsqueda de la felicidad: La historia de Hajime

Hajime es un hombre de mediana edad con una vida tranquila. Tiene esposa y dos hijas, y regenta dos concurridos clubes de jazz en Japón. Creció en un barrio acomodado y nunca ha tenido problemas económicos. Hajime sabe que tiene que ser feliz, pero siente que le falta algo en la vida. Sobre todo, tiene una sensación persistente de decepción, aunque no sabe por qué.

Hajime reflexiona sobre su vida hasta ahora. Se pregunta si su infancia explica su infelicidad. En Japón, es habitual que los padres tengan dos hijos. Hajime era un niño único, y sus compañeros se burlaban de él por ello. Para empeorar las cosas, los adultos creían que era un mimado y un egocéntrico porque sus padres se habían comprometido con él.

Hajime se esforzaba por demostrar a los demás que estaban equivocados. Aunque pasaba la mayor parte del tiempo solo, trataba a los demás con amabilidad. Intentó hacer amigos, pero otros jóvenes pensaban que era un bicho raro. Nadie quería hacerse amigo del «hijo único». Su padre y su madre no sabían cómo ayudarle porque no comprendían lo mal que lo pasaba.

El reencuentro de Hajime con su primer amor

Al llegar a la edad adulta, Hajime fue a la universidad. Conoció a una mujer excelente, Yukiko, y se casó joven. Aunque Hajime despreciaba el capitalismo, el padre de su media naranja insistió en que construyera una cartera de financiación. Hajime no quería dedicarse a las inversiones, pero deseaba proporcionar a su mujer una vida desahogada, así que compró algunas propiedades y acciones. El padre de su esposa está muy orgulloso de él, y su mujer también.

Yukiko es la típica esposa japonesa. Es obediente y está comprometida con la felicidad de Hajime. Y lo que es más importante, Yukiko tiene el corazón abierto y ama puramente a todas las personas, aunque le hagan daño. Sospecha que Hajime ya no la quiere, sobre todo porque es mayor que él, pero no deja de quererle. Lo único que desea es una cómoda vida de casada. Hajime, en cambio, tiene otros planes.

Un día, Hajime recuerda un amor del pasado, Shimamoto. Ella desarrolló poliomielitis cuando era pequeña y se sentía como una paria. Tenían doce años cuando se conocieron, y Hajime la admiró al instante. Era el único personaje en el que confiaba y le aconsejaba de todo. Al igual que Hajime, Shimamoto era hijo único, y llegaron a ser como hermanos hasta que Hajime desarrolló sentimientos románticos. Pensaba casarse con Shimamoto algún día, pero la familia de ella se mudó. Perdieron el contacto, hasta que una noche, tantos años después, se reencuentran.

El amor y la pérdida

Cuando Hajime ve a Shimamoto, no puede creer lo que ven sus ojos. Sabe que, aunque está casado con Yukiko, esta vez no puede dejar escapar a Shimamoto. Pasan juntos una noche apasionada, compartiendo todos sus secretos de mayores. Hajime confiesa lo triste que está. Shimamoto admite que ella también es infeliz. Tras perder a su bebé, hace años, su marido la abandonó. Ahora está soltera, en paro y sin hijos, y no sabe hacia dónde va su vida. Hajime desearía poder quitarle su dolor.

Cuando Hajime se despierta a la mañana siguiente, está solo. Shimamoto le ha dejado durante la noche. No ha dejado ningún número de contacto ni dirección, y Hajime está desolado. Sabe que tiene que olvidarse de ella y centrarse en su familia, pero Shimamoto le consume cada uno de sus momentos de vigilia. Le gustaría dejar a su familia y formar una nueva con Shimamoto, pero no quiere hacer daño a nadie. Lo que no comprende es que, al obsesionarse con Shimamoto, está descuidando a Yukiko y perjudicando a su familia de todos modos. Cuanto más se centra Hajime en Shimamoto y en el pasado, más difícil le resulta vivir el presente. Debe decidir entre renunciar a su futuro por un sueño del pasado u olvidar el pasado y disfrutar del resto de su vida. No sabe qué hacer; al poco tiempo, su vida se desmorona a su alrededor.

Yukiko sabe que Hajime ama a cualquier otra persona. Pasa un tiempo procesando sus sentimientos y decide que, a pesar de todo, desea estar con él. Una noche, se muestra inusualmente sincera con él. Le dice que es un mal marido que solo se preocupa de sí mismo; nos perderá a todos si no tiene cuidado. Yukiko saca a Hajime de su melancolía y éste decide dejar marchar a Shimamoto.

Conclusiones de Al Sur de la frontera, al oeste del Sol

En resumen, Al Sur de la frontera, al oeste del Sol de Haruki Murakami, es un libro maravillosamente escrito, sutil y sugestivo de tantas cosas. Cada personaje y aspecto del libro refleja a otro, e incita a la contemplación más allá de lo que podría sugerir una reseña de esta extensión. Muy recomendable.

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