Resumen de El juego infinito
En juegos infinitos, como los negocios, la política o la vida misma, los jugadores van y vienen, las reglas cambian y no hay un punto final fijo. En un juego infinito, no hay ganadores ni perdedores; Solo en la parte delantera y trasera.
Era el 30 de enero de 1968, la víspera del Año Nuevo Lunar. En Vietnam, esta fiesta se conoce como Tet, y la tradición del Tet exige un alto el fuego en tiempos de guerra. Sin embargo, esa tradición sirvió para encubrir una serie de ataques sorpresa -conocidos como la Ofensiva Tet- lanzados por los norvietnamitas contra las tropas estadounidenses.
Lo que ocurrió después plantea una cuestión interesante, dijo el optimista y autor Simon Sinek en una reciente conferencia de Workday. A pesar de que las fuerzas estadounidenses contrarrestaron cada uno de los ataques -e incurrieron en unos pocos miles de bajas en comparación con la pérdida de 35.000 soldados por parte de Vietnam del Norte-, la Ofensiva del Tet se considera el punto de inflexión que condujo a la derrota de Estados Unidos en la guerra de Vietnam.
Sinek, autor de otros libros como «Los líderes comen al final«, «Empieza con el porqué» y «Encuentra tu porqué» se preguntó: ¿Cómo se pueden ganar todas las batallas y aun así perder la guerra?
El juego finito frente al juego infinito
El contraste entre juegos finitos e infinitos es un tema importante en «El juego infinito». Un juego finito, según Sinek, es aquel que tiene un principio, un medio y un final distintos, con el propósito de ganar siguiendo un conjunto de reglas y compitiendo contra otros jugadores. Cuando un juego finito termina, se anuncia el ganador y el juego deja de tener función.
Un juego eterno, en cambio, no tiene un principio ni un final obvios, y el objetivo no es ganar, sino seguir jugando y promover un propósito o una causa. Puede que haya rivales en un juego eterno, pero no son el énfasis. En su lugar, el énfasis está en permanecer en el juego y contribuir al bien mayor.
Sinek sostiene que muchos de los problemas con los que nos encontramos en la vida y en los negocios, como desarrollar una empresa de éxito, conseguir un trabajo significativo o lograr un efecto significativo en el mundo, son juegos infinitos. Estos retos no tienen un final aparente, y el propósito es seguir jugando y hacer avanzar la causa a lo largo del tiempo, en lugar de limitarse a ganar.
Los beneficios de una mentalidad infinita
Sinek sugiere que adoptar una mentalidad infinita puede ayudar a los líderes y a las organizaciones a lograr el éxito a largo plazo en juegos infinitos. Una mentalidad infinita implica aceptar la incertidumbre, mantenerse flexible y adaptarse continuamente a las circunstancias cambiantes. También implica centrarse en el propósito y los valores que impulsan a la organización, en lugar de en objetivos o métricas a corto plazo.
Según Sinek, los líderes con mentalidad infinita promueven el bienestar de sus trabajadores, construyen una cultura de confianza y cooperación y están dispuestos a asumir riesgos para impulsar el objetivo de la organización. También entienden que la competencia no es un enemigo, sino un adversario digno que puede empujarles a dar lo mejor de sí mismos.
Por el contrario, las empresas de mentalidad infinita se centran en su objetivo y sus valores e intentan dejar un legado duradero más allá del mandato de sus fundadores. Valoran el crecimiento y la sostenibilidad a largo plazo por encima de los beneficios a corto plazo y están dispuestas a invertir en el desarrollo y el bienestar de su gente.
Los retos de un juego infinito
Sinek admite que los juegos sin límites son difíciles de dominar. De hecho, como no hay un final o una victoria aparentes, suelen ser más difíciles que los juegos finitos. Los juegos infinitos requieren perseverancia, resistencia y la voluntad de adaptarse a situaciones cambiantes. También requieren una fuerte dedicación a la misión y los valores de la organización.
Según Sinek, uno de los aspectos más difíciles de jugar a un juego infinito es resistirse al deseo de adoptar una perspectiva limitada. Puede resultar difícil mantenerse centrado en el juego a largo plazo en un mundo que fomenta el pensamiento a corto plazo y los resultados inmediatos. Los líderes y las organizaciones con una mentalidad infinita deben resistir esta tentación y seguir dedicados a su propósito y sus principios, incluso cuando sea difícil o controvertido.
Conclusiones de El juego infinito
Simon Sinek presenta en «El juego infinito» un sólido argumento a favor de adoptar una mentalidad infinita para alcanzar el éxito a largo plazo en la vida y en los negocios. Los líderes y las organizaciones pueden manejar los obstáculos de un juego infinito y seguir jugando y desarrollando su objetivo concentrándose en un propósito o causa más amplios y aceptando la imprevisibilidad.
«El juego infinito» presenta ideas vitales y tácticas prácticas para alcanzar el éxito en un entorno siempre cambiante e impredecible, tanto si eres un director general, un directivo o un individuo que intenta marcar la diferencia en el mundo.
Si este resumen de Empieza con el porqué de Simon Sinek le ha gustado, otros resúmenes, como «Liderazgo 101«, «Cómo piensan los ricos» o, sin duda, nuestra lista de los mejores libros sobre liderazgo, le encantará.