Resumen de Abrir en caso de Apocalipsis
Abrir en caso de apocalipsis, de Lewis Dartnell, autor de otros libros como “Orígenes” y “Vida en el universo“, es un extraño e interesante experimento mental. Si la mayor parte del mundo industrial moderno desapareciera repentinamente debido a, por ejemplo, el impacto de un asteroide, una enfermedad ultraviolenta o una guerra nuclear, ¿qué información necesitarían los supervivientes para reconstruir nuestra tecnología?
Sin un “manual de reinicio”, le preocupa al Sr. Dartnell, habría una edad oscura de muchos siglos, mientras los humanos redescubren lentamente cómo fabricar todo, desde el vidrio hasta los antibióticos y el acero al carbono, si es que alguna vez lo hacen. ¿Es “Abrir en caso de apocalipsis” realmente ese manual de reinicio? Pues no. No se podría entregar este libro a un grupo de refugiados nucleares al estilo de “Mad Max” y esperar que reconstruyan la isla de Manhattan. Pero entonces, un catálogo de todo el conocimiento tecnológico del mundo sería mucho esperar de un libro de 340 páginas. No obstante, en este resumen de Abrir en caso de apocalipsis, es una mirada fascinante a los principios básicos de las tecnologías más importantes que sustentan la sociedad moderna.
Principales claves del libro
Algunos lectores podrían tener dificultades con los primeros capítulos, en los que el Sr. Dartnell establece el escenario apocalíptico y reflexiona sobre la “mejor” forma de acabar con el mundo (una pandemia viral, que dejaría atrás la mayor parte de la infraestructura). Hay descripciones oscuras y deprimentes de redes de servicios públicos muertas, ciudades en descomposición, estructuras sociales tipo “El señor de las moscas” y patrones climáticos desbocados. Pero una vez superado esto, el libro se vuelve más brillante y atractivo. La exploración de cómo una tecnología se entrelaza con otra, combinada con una ligera capa de minucias técnicas, hace que “Abrir en caso de apocalipsis” sea esclarecedor.
La mayoría de nosotros, por ejemplo, probablemente desconozca la importancia que tiene el carbonato de calcio en la vida cotidiana. También conocido como cal, el carbonato cálcico es el compuesto que constituye la piedra caliza y se utiliza en la agricultura para ajustar la acidez de los campos y hacerlos más fértiles. Además, explica el Sr. Dartnell, es la materia prima química de un sinfín de productos industriales. Si se calienta la cal en un horno, se produce óxido de calcio, o cal viva. Pero, si se añade agua a la cal viva, se obtiene cal apagada, útil para tratar las aguas residuales y, sobre todo, para fabricar cemento. Si a la cal apagada se le añade potasa (hecha de ceniza de madera), se obtiene hidróxido de sodio, o lejía, que puede utilizarse para fabricar jabón.
Para la fabricación de este material, el libro ofrece una receta básica: “Puede hornear piedra caliza en medio de un gran fuego de leña en un pozo”. Así como un enfoque más efectivo: “La mejor baja tecnología es un horno de alimentación mixta: una chimenea larga llena de capas alternas de combustible y bidón de piedra…”. Se requiere un charco de agua poco profundo para eliminar la cal y se puede usar una piscina de rescate. El truco consiste en agregar cal y agua hasta que la mezcla hierva por debajo del nivel. Es cierto que carece de bastantes detalles, pero proporciona mucha información sobre el proceso de cal que a la mayoría de los lectores preapocalípticos les gustaría saber.
Lo mismo puede decirse de las explicaciones de en “Abrir en caso de apocalipsis” sobre la fabricación de telas, la imprenta de tipos móviles y el transporte mecanizado. El petróleo refinado, por ejemplo, es poco probable que esté disponible después de “la caída”, por lo que el Sr. Dartnell recomienda el gas de madera en su lugar. El gas que se produce al quemar madera en un entorno de bajo oxígeno dentro de un tambor sellado es rico en hidrógeno y metano y puede utilizarse para alimentar motores modificados. De hecho, señala el Sr. Dartnell, los vehículos de gas de madera se utilizaron para el transporte civil en Europa durante la Segunda Guerra Mundial.
Quizá los logros más difíciles de recrear sean los de la medicina moderna. Sin embargo, algunos, como los antibióticos, podrían restablecerse con relativa rapidez. Al parecer, la penicilina es un juego de niños. Basta con “llenar placas de Petri con un lecho nutritivo de extracto de carne de vacuno, untarlas con bacterias estafilocócicas recogidas de la nariz”, y luego esperar una semana a que las placas se enmohezcan. Los que tienen las costras de moho más pequeñas son los que contienen el hongo Penicillium.
Conclusiones de Abrir en caso de Apocalipsis
A pesar de su nefasto comienzo, “Abrir en caso de apocalipsis” es una lectura divertida y llena de optimismo sobre el ingenio humano. Y si alguna vez veo nubes de hongos en el lejano horizonte, este podría ser un buen libro para echar mano de él.
Si este resumen de Abrir en caso de apocalipsis de Lewis Dartnell te ha gustado, otros libros como “Sapiens“, “Armas, gérmenes y acero” o “Progreso“, te encantarán
