Resumen de Leviatán de Thomas Hobbes
Thomas Hobbes es venerado en el panteón de los filósofos políticos. Su libro “Leviatán” es más que una simple disertación; es un viaje a las profundidades del comportamiento humano y la creación de la sociedad. Las opiniones de Hobbes eran a la vez innovadoras e inquietantes en una época en que Europa se tambaleaba por la agitación civil.
Aunque escrito en la década de 1650, el libro contiene ideas filosóficas de resonancia moderna, que recuerdan obras de Rousseau, Locke y Maquiavelo.
Parte I: Del hombre
La naturaleza humana y el estado de naturaleza
Hobbes describe los impulsos básicos de la humanidad bajo una luz deprimente. Cuando se nos deja a nuestra suerte, estamos en un perpetuo estado de batalla, buscando la dominación.
Esta descripción es diametralmente opuesta a la del “noble salvaje” de Rousseau, pero es coherente con la dinámica de poder que se aborda en los libros de Maquiavelo. Hobbes ve la naturaleza como brutal, que conduce a una existencia “solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta.”
Motivaciones y deseos
Indagando en las profundidades de la motivación humana, Hobbes discierne dos fuerzas primigenias: el miedo a la muerte y la búsqueda implacable del poder. Estas dos fuerzas ponen a la humanidad en el camino de la autoconservación, empujándola a formar comunidades y estructuras sociales.
Es un sentimiento que encuentra eco en obras posteriores, incluyendo las exploraciones de Locke sobre la propiedad y los derechos personales.
Parte II: De la Mancomunidad
El Contrato Social
Para evitar la anarquía de la condición de la naturaleza, las personas forman un pacto conocido como el contrato social. Los individuos obtienen protección bajo una autoridad unificada, el “Leviatán”, al tiempo que renuncian a ciertas libertades.
Esta noción de intercambiar libertad por seguridad se ha mantenido a lo largo de la historia, haciéndose eco de las diferentes perspectivas de Rousseau y Locke sobre los acuerdos comunales.
El papel del soberano
Hobbes concede una inmensa importancia a la figura del soberano. Esta entidad, ya sea un individuo o una asamblea, ejerce un poder absoluto que garantiza la cohesión y la paz de la sociedad. Es una postura que desafía los ideales democráticos, enfatizando la estabilidad sobre la representación.
Esta perspectiva se aleja radicalmente de la dinámica de poder más equilibrada de Locke y de los ideales de democracia directa de Rousseau.
Partes III y IV: De una mancomunidad cristiana y Del reino de las tinieblas
Religión y gobierno
Hobbes profundiza en el delicado tema de la participación de la religión en la política. Es un ferviente partidario de la supremacía del Estado, asegurando que las opiniones religiosas se mantengan separadas de la administración.
Estas ideas radicales son similares a las de intelectuales de la Ilustración como Voltaire, que abogaban por la tolerancia religiosa y una clara separación entre Iglesia y Estado.
Los peligros de la manipulación religiosa
Hobbes prevé con perspicacia los peligros de que los líderes religiosos abusen de su autoridad espiritual. Tales maquinaciones, advierte, pueden pervertir los principios cristianos y poner en peligro la estabilidad de la Commonwealth.
Dados los debates mundiales sobre la intersección de la fe y la política, es un punto de vista con relevancia actual.
Conclusiones de Leviatán
“Leviatán” de Thomas Hobbes ejemplifica el carácter imperecedero del pensamiento político. Sus páginas rebosan de ideas que siguen siendo relevantes siglos después. El clásico de Hobbes ofrece ideas esenciales para hacer frente a preocupaciones actuales que van desde las libertades civiles hasta el papel de la religión en los espacios públicos. Hobbes, al igual que Rousseau, Locke y Maquiavelo, nos adentra en reflexiones sobre la esencia de la humanidad y el gobierno.
“Leviatán” es un libro interesante para cualquiera interesado en la complejidad de la mente humana y las raíces de la civilización, un faro de sabiduría en el proceloso mar de la conversación política.